ENDLESS ANGER: Reglas y Transfondo

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Transfondo

 

Qasem Soleimani (en persa: قاسم سلیمانی AFI: [ɢɒːˌsem solejmˈɒːniː]; Rabor, Kermán, 11 de marzo de 1957-Bagdad, 3 de enero de 2020) fue un general de división iraní, comandante de la Fuerza Quds. Durante la Guerra entre Irán e Irak, fue comandante de la 2.ª División de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica en la Provincia de Kerman.

El 3 de enero de 2020, la televisión iraquí anunció su muerte en Bagdad, causada por un ataque aéreo estadounidense con drones en el aeropuerto de la capital iraquí, ordenado por el presidente estadounidense Donald Trump sin notificación o consulta al Congreso.​ El líder supremo iraní Ali Jamenei amenazó con una «dura venganza» en respuesta al asesinato del general,​ descrito como una de las figuras militares más prominentes e influyentes del país.

En homenaje a sus actuaciones, Jamenei, que consideraba a Soleimani un «mártir viviente de la revolución»,​ ascendió a éste a teniente general a título póstumo. Esmail Ghaani, estrecho colaborador de Soleimani, fue rápidamente nombrado como su sucesor al frente de la Fuerza Quds.

Ataque de Irán a bases de EE.UU.: Trump dice que no hubo víctimas estadounidenses y anuncia que impondrá nuevas sanciones contra Teherán. Por suerte, la crisis provocada por la muerte a manos de Estados Unidos del principal comandante iraní, no se ha convertido en una guerra a gran escala. En ese sentido, la tensión ha bajado. Pero ninguno de los factores básicos que llevaron a estos dos países al borde de la guerra ha cambiado. He aquí por qué esta crisis está lejos de haber acabado. 

La disminución de tensiones es temporal

Lo que algunos analistas ven como una reducción de la tensión entre Irán y EE.UU. no es nada que se le parezca. Los líderes iraníes, profundamente conmocionados por el asesinato de Soleimani, hicieron lo que pudieron para contraatacar. Irán quería responder atacando objetivos estadounidenses y dejando claro quién había sido el responsable. Por lo tanto, utilizó misiles disparados desde su propio territorio.

Esmail Ghaani, el nuevo líder militar de Irán que promete vengar la muerte de Soleimani con «cuerpos de estadounidenses por todo Medio Oriente». Cómo fue la Operación Mártir Soleimani, el ataque con misiles que lanzó Irán contra bases de Estados Unidos en Irak. Pero había restricciones prácticas y políticas en sus acciones. Quería hacer algo rápido, (el ataque) lo había pillado desprevenido y no quería comenzar una guerra sin cuartel. Este ajuste de cuentas, como han dejado en claro muchos portavoces iraníes, no está cerrado.

También se ha sugerido que la voluntad de Irán de admitir su responsabilidad por el derribo del avión de pasajeros ucraniano es otro esfuerzo por reducir las tensiones. Pero no es correcto. Irán admite que derribó «por error» el avión de Ukraine International. La respuesta natural de Irán fue negar cualquier participación. Pero cuando los estadounidenses afirmaron que su inteligencia demostraba lo contrario, cuando los investigadores ucranianos encontraron evidencia de un ataque con misiles y los investigadores independientes demostraron la veracidad del video que mostraba a un avión siendo atacado, Irán no tuvo más remedio que cambiar de estrategia.

Estados Unidos sigue con la misma política
¿Por qué Estados Unidos mató a Soleimani e intentó atacar a un segundo alto cargo iraní en Yemen?

Washington alegó, tal vez por razones legales, que estaba actuando para prevenir un inminente y grave ataque contra los intereses estadounidenses. Este argumento no ha convencido a muchos analistas ni a los críticos del presidente en Washington. Es mucho más probable que los ataques hayan sido un intento de restablecer alguna línea clara de disuasión. A corto plazo, esto puede funcionar. Irán tendrá que calibrar en el futuro sus acciones con mucho cuidado.

¿Fue legal el ataque mortal de Estados Unidos contra Qasem Soleimani?

Pero, al mismo tiempo que el presidente Donald Trump amenaza con devastar Irán, también da señales de que todavía quiere dejar Medio Oriente. Lo ve como un problema ajeno. Esto inevitablemente socavará la fuerza de cualquier mensaje disuasorio que envíe. Estados Unidos continuará paralizando la economía iraní. Pero no ha invitado a Teherán a la mesa de negociación para capitular. Por el contrario, ha envalentonado a Irán para que contraataque montando su propia campaña de presión máxima.

Estados Unidos quiere redoblar sus esfuerzos respecto a Teherán y reducir significativamente los recursos que despliega en la región. Probablemente no pueda conseguir ambas cosas.

Las metas estratégicas de irán no han variado

Puede que la economía de Irán se esté resintiendo y que muchos de sus ciudadanos se sientan cada vez más descontentos, pero se trata de un «régimen revolucionario». No va a abandonar repentinamente el poder. Grupos como el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) son demasiado fuertes. Su respuesta ha consistido en tomar medidas drásticas en casa y resistir la presión estadounidense, algo que se mantendrá. 

El objetivo estratégico de Irán es expulsar a Estados Unidos de la región, al menos de Irak, y esto puede estar más cerca de darse que antes de la muerte de Soleimani. Al menos desde la perspectiva de las autoridades iraníes, la política de Teherán ha tenido muchos éxitos notables. Salvó el régimen del presidente Bashar al Asad en Siria y le permitió abrir un nuevo frente contra Israel. Y tiene una influencia significativa en Irak.

Debido a las contradicciones en la política de Trump, los aliados estadounidenses en la región se sienten cada vez más solos.

Los sauditas han estado explorando la posibilidad de un diálogo con Teherán, Turquía sigue su propio camino y establece una nueva relación con Rusia. Solo el gobierno de Israel parece pensar que la muerte de Soleimani presagia un compromiso renovado de Trump con la región. Puede que acabe decepcionado.

La disidencia interna y una economía en ruinas pueden empujar al CGRI a incrementar la presión sobre Estados Unidos con el tiempo. Acaba de sufrir dos golpes devastadores y estará buscando venganza.

La postura de Irak es contradictoria

El letrero que indica a las tropas estadounidenses por dónde salir de Irak se ve ahora más nítido y brillante que nunca. El gobierno provisional de Irak está en crisis tras haber sufrido su propia ola de protesta popular. Muchos no están contentos con la presencia de Estados Unidos y la influencia iraní en el país. Una votación parlamentaria no vinculante puso la retirada de las tropas estadounidenses firmemente en la agenda. Esto no significa que vayan a irse mañana, pero se requerirá de una diplomacia hábil para mantenerlas allí.

En cambio, Trump amenazó con congelar los fondos que el gobierno iraquí tiene en bancos estadounidenses si sus tropas son obligadas a retirarse. 

La participación de EE.UU. en Irak es importante

Cuando sus fuerzas y aliados se enfrentaron a los combatientes del autodenominado Estado Islámico (EI) en Irak, esto siempre fue visto como un despliegue a largo plazo. Una vez que el califato del EI fuera destruido, se esperaba que las tropas estadounidenses se quedaran allí durante años. En caso de ser expulsadas, se hará mucho más difícil contener cualquier resurgimiento de EI. Pero asimismo, la presencia estadounidense que aún hay en el este de Siria se volverá insostenible, porque esta recibe en gran medida apoyo de las bases de EE.UU. en Irak. El debate sobre la presencia de tropas de Washington acaba de comenzar y es uno en el que, si Estados Unidos pierde, Irán probablemente gane. 

El pacto nuclear peligra

Las raíces de esta última crisis se encuentran en mayo de 2018, cuando el gobierno de Trump dejó de lado el acuerdo nuclear con Irán. Desde entonces, EE.UU. ha aplicado una presión máxima sobre la economía iraní y este país ha estado persiguiendo por su cuenta una campaña regional de presión al ir renunciando sucesivamente a varias de las restricciones impuestas por ese pacto.

 

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Transfondo

 

Qasem Soleimani (en persa: قاسم سلیمانی AFI: [ɢɒːˌsem solejmˈɒːniː]; Rabor, Kermán, 11 de marzo de 1957-Bagdad, 3 de enero de 2020) fue un general de división iraní, comandante de la Fuerza Quds. Durante la Guerra entre Irán e Irak, fue comandante de la 2.ª División de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica en la Provincia de Kerman.

El 3 de enero de 2020, la televisión iraquí anunció su muerte en Bagdad, causada por un ataque aéreo estadounidense con drones en el aeropuerto de la capital iraquí, ordenado por el presidente estadounidense Donald Trump sin notificación o consulta al Congreso.​ El líder supremo iraní Ali Jamenei amenazó con una «dura venganza» en respuesta al asesinato del general,​ descrito como una de las figuras militares más prominentes e influyentes del país.

En homenaje a sus actuaciones, Jamenei, que consideraba a Soleimani un «mártir viviente de la revolución»,​ ascendió a éste a teniente general a título póstumo. Esmail Ghaani, estrecho colaborador de Soleimani, fue rápidamente nombrado como su sucesor al frente de la Fuerza Quds.

Ataque de Irán a bases de EE.UU.: Trump dice que no hubo víctimas estadounidenses y anuncia que impondrá nuevas sanciones contra Teherán. Por suerte, la crisis provocada por la muerte a manos de Estados Unidos del principal comandante iraní, no se ha convertido en una guerra a gran escala. En ese sentido, la tensión ha bajado. Pero ninguno de los factores básicos que llevaron a estos dos países al borde de la guerra ha cambiado. He aquí por qué esta crisis está lejos de haber acabado. 

La disminución de tensiones es temporal

Lo que algunos analistas ven como una reducción de la tensión entre Irán y EE.UU. no es nada que se le parezca. Los líderes iraníes, profundamente conmocionados por el asesinato de Soleimani, hicieron lo que pudieron para contraatacar. Irán quería responder atacando objetivos estadounidenses y dejando claro quién había sido el responsable. Por lo tanto, utilizó misiles disparados desde su propio territorio.

Esmail Ghaani, el nuevo líder militar de Irán que promete vengar la muerte de Soleimani con «cuerpos de estadounidenses por todo Medio Oriente». Cómo fue la Operación Mártir Soleimani, el ataque con misiles que lanzó Irán contra bases de Estados Unidos en Irak. Pero había restricciones prácticas y políticas en sus acciones. Quería hacer algo rápido, (el ataque) lo había pillado desprevenido y no quería comenzar una guerra sin cuartel. Este ajuste de cuentas, como han dejado en claro muchos portavoces iraníes, no está cerrado.

También se ha sugerido que la voluntad de Irán de admitir su responsabilidad por el derribo del avión de pasajeros ucraniano es otro esfuerzo por reducir las tensiones. Pero no es correcto. Irán admite que derribó «por error» el avión de Ukraine International. La respuesta natural de Irán fue negar cualquier participación. Pero cuando los estadounidenses afirmaron que su inteligencia demostraba lo contrario, cuando los investigadores ucranianos encontraron evidencia de un ataque con misiles y los investigadores independientes demostraron la veracidad del video que mostraba a un avión siendo atacado, Irán no tuvo más remedio que cambiar de estrategia.

Estados Unidos sigue con la misma política
¿Por qué Estados Unidos mató a Soleimani e intentó atacar a un segundo alto cargo iraní en Yemen?

Washington alegó, tal vez por razones legales, que estaba actuando para prevenir un inminente y grave ataque contra los intereses estadounidenses. Este argumento no ha convencido a muchos analistas ni a los críticos del presidente en Washington. Es mucho más probable que los ataques hayan sido un intento de restablecer alguna línea clara de disuasión. A corto plazo, esto puede funcionar. Irán tendrá que calibrar en el futuro sus acciones con mucho cuidado.

¿Fue legal el ataque mortal de Estados Unidos contra Qasem Soleimani?

Pero, al mismo tiempo que el presidente Donald Trump amenaza con devastar Irán, también da señales de que todavía quiere dejar Medio Oriente. Lo ve como un problema ajeno. Esto inevitablemente socavará la fuerza de cualquier mensaje disuasorio que envíe. Estados Unidos continuará paralizando la economía iraní. Pero no ha invitado a Teherán a la mesa de negociación para capitular. Por el contrario, ha envalentonado a Irán para que contraataque montando su propia campaña de presión máxima.

Estados Unidos quiere redoblar sus esfuerzos respecto a Teherán y reducir significativamente los recursos que despliega en la región. Probablemente no pueda conseguir ambas cosas.

Las metas estratégicas de irán no han variado

Puede que la economía de Irán se esté resintiendo y que muchos de sus ciudadanos se sientan cada vez más descontentos, pero se trata de un «régimen revolucionario». No va a abandonar repentinamente el poder. Grupos como el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) son demasiado fuertes. Su respuesta ha consistido en tomar medidas drásticas en casa y resistir la presión estadounidense, algo que se mantendrá. 

El objetivo estratégico de Irán es expulsar a Estados Unidos de la región, al menos de Irak, y esto puede estar más cerca de darse que antes de la muerte de Soleimani. Al menos desde la perspectiva de las autoridades iraníes, la política de Teherán ha tenido muchos éxitos notables. Salvó el régimen del presidente Bashar al Asad en Siria y le permitió abrir un nuevo frente contra Israel. Y tiene una influencia significativa en Irak.

Debido a las contradicciones en la política de Trump, los aliados estadounidenses en la región se sienten cada vez más solos.

Los sauditas han estado explorando la posibilidad de un diálogo con Teherán, Turquía sigue su propio camino y establece una nueva relación con Rusia. Solo el gobierno de Israel parece pensar que la muerte de Soleimani presagia un compromiso renovado de Trump con la región. Puede que acabe decepcionado.

La disidencia interna y una economía en ruinas pueden empujar al CGRI a incrementar la presión sobre Estados Unidos con el tiempo. Acaba de sufrir dos golpes devastadores y estará buscando venganza.

La postura de Irak es contradictoria

El letrero que indica a las tropas estadounidenses por dónde salir de Irak se ve ahora más nítido y brillante que nunca. El gobierno provisional de Irak está en crisis tras haber sufrido su propia ola de protesta popular. Muchos no están contentos con la presencia de Estados Unidos y la influencia iraní en el país. Una votación parlamentaria no vinculante puso la retirada de las tropas estadounidenses firmemente en la agenda. Esto no significa que vayan a irse mañana, pero se requerirá de una diplomacia hábil para mantenerlas allí.

En cambio, Trump amenazó con congelar los fondos que el gobierno iraquí tiene en bancos estadounidenses si sus tropas son obligadas a retirarse. 

La participación de EE.UU. en Irak es importante

Cuando sus fuerzas y aliados se enfrentaron a los combatientes del autodenominado Estado Islámico (EI) en Irak, esto siempre fue visto como un despliegue a largo plazo. Una vez que el califato del EI fuera destruido, se esperaba que las tropas estadounidenses se quedaran allí durante años. En caso de ser expulsadas, se hará mucho más difícil contener cualquier resurgimiento de EI. Pero asimismo, la presencia estadounidense que aún hay en el este de Siria se volverá insostenible, porque esta recibe en gran medida apoyo de las bases de EE.UU. en Irak. El debate sobre la presencia de tropas de Washington acaba de comenzar y es uno en el que, si Estados Unidos pierde, Irán probablemente gane. 

El pacto nuclear peligra

Las raíces de esta última crisis se encuentran en mayo de 2018, cuando el gobierno de Trump dejó de lado el acuerdo nuclear con Irán. Desde entonces, EE.UU. ha aplicado una presión máxima sobre la economía iraní y este país ha estado persiguiendo por su cuenta una campaña regional de presión al ir renunciando sucesivamente a varias de las restricciones impuestas por ese pacto.

 

REGLAS DE UNIFORMIDAD

BANDO ISAF

Son válidas todas las uniformidades y equipación de ejércitos pertenecientes a la ISAF, especialmente las de aquellos que aportaron unidades de combate. Las escuadras deben mantener coherencia de uniformidad, aunque se admite cualquier prenda de frío o agua.

USA
UK
CANADÁ
FRANCIA
ALEMANIA
ITALIA
AUSTRALIA
POLONIA
ESPAÑA
REGLAS DE UNIFORMIDAD

BANDO INSURGENTE

El bando insurgente no puede llevar ningún tipo de uniformidad. Si llevan prendas de camuflaje estas deben ser preferentemente de ejércitos no ISAF.

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